La esterilla de talla L: con licencia para soñar

¿Buscas una superficie para soñar? ¿Portátil, transportable y con espacio para dos? Con la esterilla de talla L lo tienes todo. Gracias a su anchura, en ella caben el descanso y los momentos de relax en pareja. Originaria de Tailandia, la esterilla te transmite la calma y serenidad de aquellas tierras. Y si la pruebas de noche, también te convencerá. Se duerme más que bien sobre ella.

La esterilla más polivalente

Futón a ras de suelo sustituyendo a una cama, espacio de descanso en tu salón en lugar de un sofá de toda la vida, zona de juegos para los más pequeños o lugar para sentarte a practicar algún hobby: a esta esterilla le sacarás partido cada día. Si sientes pasión por el minimalismo o simplemente te gustan los objetos muy prácticos para tu hogar, esta esterilla no puede faltar en él. Como espacio para realizar tus asanas de yoga o cultivar tus momentos de meditación. Como cama informal, pero cómoda, para tus invitados. Como colchoneta para llevártela adonde tú quieras a bordo de tu furgoneta para ese finde en la montaña o junto al mar. Y si extiendes esta esterilla a modo de tumbona de gran formato (110 cm) en tu terraza o jardín, no necesitas mucho más para desconectar al aire libre.

Esterilla de talla L y corazón vegetal

El relleno de kapok es la clave de esta esterilla. Esta fibra natural de ceiba posee cualidades aislantes frente a la humedad y el frío. De este modo, incluso los niños pequeños y las personas sensibles al frío pueden sentarse en ella sobre el suelo sin temor. La esterilla no se deforma con el uso y el tiempo. Por su estructura guateada, resulta cómoda cuando te tumbas en ella, a la vez que permite la debida circulación del aire para evitar esa incómoda sensación de calor en verano. Con el cordón que lleva cosido, puedes enrollar la esterilla en un instante. Y ya no ocupará espacio.